Oí una anécdota sobre un subsecretario de Defensa que dio una conferencia en una reunión importante. Ocupó su lugar en el estrado y empezó a hablar, compartiendo con el público los comentarios que había preparado. Hizo una pausa para beber café de un vaso de poliestireno que había subido al estrado consigo. Dio otro sorbo, miró el vaso y sonrió.
"¿Saben?", dijo, interrumpiendo su propio discurso. "El año pasado también hablé aquí. Participé en este mismo simposio y estuve en el mismo escenario. Pero el año pasado aún era subsecretario de Defensa. Volé hasta aquí en Business class y en el aeropuerto había alguien esperándome para llevarme al hotel. Al llegar al hotel había otra persona aguardándome. Ya me habían registrado, de modo que me dieron mi llave y me acompañaron a mi habitación. A la mañana siguiente, cuando bajé, había una persona en el vestíbulo que me trajo en coche hasta este lugar en que nos encontramos hoy. Me hicieron pasar por la entrada trasera, me llevaron a un camerino y me dieron café en una bonita taza de cerámica.
Pero en esta ocasión en que estoy hablando delante de ustedes, ya no soy subsecretario. Volé en clase turista y cuando llegué ayer al aeropuerto no me esperaba nadie. Tomé un taxi hasta el hotel y, cuando llegué, tuve que hacer el registro e ir solo a mi habitación. Esta mañana, bajé al vestíbulo y tomé otro taxi para venir hasta aquí. Entré por la puerta delantera y busqué el camino para llegar a la parte trasera del estrado. Una vez allí pregunté a un técnico si podía tomar café. Me señalo una cafetera sobre una mesa adosada a la pared. Así que me acerqué y me serví un café en este vaso de poliestireno.
Se me ocurre que la taza de cerámica que me dieron el año pasado no era para mí, sino para el cargo que ocupaba. Ahora merezco el vaso de poliestireno.
Ésta es la lección más importante que puedo impartirles. Todas las gratificaciones, los beneficios y ventajas que puedan obtener por el rango o el cargo que ostenten no son para ustedes. Son para el rol que desempeñan. Cuando abandonen ese rol, cosa que todos harán tarde o temprano, le darán la taza de cerámica a la persona que les sustituya. Porque lo que ustedes merecen no es más que un vaso de poliestireno."
Los líderes comen al final, Simon Sinek.
No hay comentarios:
Publicar un comentario