miércoles, 18 de octubre de 2023

We push.

 

"Para conseguir grandes atletas debes conseguir antes que crean que son grandes atletas."


Quizás, solo quizás primero debamos hacer creer a nuestros atletas que son precisamente eso: atletas.

Ser un gran atleta no es ser el más hábil, el más fuerte, el más determinante. Es algo que nace desde el interior, es una fe ciega en el proceso y no en el resultado, creer hasta ver.

El desarrollo del atleta va a venir condicionado por dos grandes preguntas: ¿por qué estoy aquí?, y ¿qué puedo aportar? Ser fiel conocedor de nuestros límites y nuestras habilidades nos predispone en una posición ventajosa, primero por saber dónde centrar el foco de atención y segundo, por ser faro y guía en la oscuridad. Y es sabido por experiencia que tanta palabrería a veces puede ser cansina y abstracta debido a que los resultados tardan tiempo en brotar de tanto esfuerzo, pero, ¿y si por un momento cambiamos la unidad de medida del progreso? Dejar de evaluar tantos datos cuantitativos y buscar sensaciones y/o emociones. 

Cada día le dedico más tiempo al silencio en mis clases, analizo el entorno que se está creando, analizo la atención y el foco de cada una de las personas en las que creo y en cómo demostrarles que el camino es la única recompensa. 

Y concluyo, con una amplia sonrisa, que el primer escalón está más que asentado: creo en cada uno de ellos, por encima de ellos mismos. Y la paciencia que sigo cultivando día a día en algún momento me dará la razón de que efectivamente: camino se hace al andar.

A hard teacher.




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